“Edgar Giovanni Figueroa Cisneros”
Hay cosas que ni las olas del tiempo consiguen borrar en nuestras vidas, porque han dejado huellas profundas, como la amistad.
A Figueroa Cisneros, lo conocí entre filas, cuando aún éramos niños y pertenecimos a aquella promoción con un mismo corazón. No nos hicimos amigos de inmediato, pero enfrentar los mismos retos, mostrarnos estoicos, cuando lo más fácil eran rendirnos, nos hermano y una amistad entre nosotros forjó. Una amistad que hasta nuestros días, pese al tiempo y la distancia, sigue perenne.
Antes frecuentaba su casa, que de alguna forma su familia, me hacía sentir que era la mía, hoy es de vez en vez, porque eso de la distancia, pero cuando nos reencontramos es una fiesta.
Fuimos hallistas y hombro a hombro enfrentamos los retos. Nunca he olvidado, ese día en la clase de karate, que en el combate, tu mano se dislocó y tu dedo pulgar se fracturó, te acompañe al hospital y ese detalles sello la amistad.
Fuimos universitarios, de esos idealistas, sin dejar de ser hallistas y hoy que ya peinamos canas, esa amistad sigue presente.
Oxwell L’Bu copyrights 2021
#hallistasporsiempre
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