viernes, 13 de septiembre de 2019

“Disciplina y perseverancia”

***Disciplina y perseverancia***
Sin disciplina y perseverancia, a ningún lugar se puede llegar, por eso nos inculcaron el practicar, mientras otros se iban a descansar...

Ser hallista, no es para todos y esto dicho, sin arrogancia, ni capricho. Muchos nos miraban, practicar y practicar, unos niños aún llevando un fusil y practicando con gallardía, cansados si, más motivados, por ese motor interno que mueve las cosas, cuando se conoce el propósito de lo que se hace. Porque más que prepararnos para un desfile, era prepararnos para la vida, donde la disciplina y la perseverancia, nunca están de más, pues sin ella muchos empiezan, pero no suelen llegar.

Nuestros instructores, buscaban no solo que representáramos a nuestro instituto, con elegancia y gallardía, sino también el que ese formación, nos llevará a abrazarnos a nuestra vocación.

No pasaron muchos años, para que el tiempo les diera la razón, pues ahora que lo vemos en retrospectiva, nos damos cuenta con gratitud que aquello nos preparo para la vida. Hoy lo recordamos, con diversas anécdotas que tendrá cada promoción, pero sobretodo por esa hermandad que nace entre filas.
Oxwell L’bu copyrights 2019

***Desfilando por la sexta**+

Así orgullosos, emocionados
y enamorados de esta tierra,
disfilaba el batallón,
despertando admiración,
bajo el símbolo blanco y azul.

**Desfilando Por La Sexta***
"Yo soy un hallista que alegre
y orgulloso voy,
marchando con mi fusil,
un libre hallista.

Ali, halo alegre por la sexta voy,
marchando con mi fusil,
hallista por siempre. "

Investido en uniforme celeste
y negro de etiqueta,
los ve la gente en la banqueta,
llena de admiración.,
marchando con gallardía,
al ritmo del redoblante,
con el corazón pujante
de alegría celebrando,
el cumpleaños de la nación.

Alineados a perfección, avanza el batallón,
despertando a su paso admiración
y alguno que otro suspiró de las chicas
que desde temprano han venido.

Un hermoso pabellón y su escolta,
presiden al batallón y sus gastadores,
que ha su paso frente a palacio nacional,
entonan  esa canción,  que es el himno
del hallista de corazón.

"Los clarines sus toques han dado,
los Hallistas irán a luchar,
sus maestros lección les han dado,
las que tienen hoy que demostrar"

Con paso elegante avanza el batallón,
rumbo a la sexta, la calle Real,
donde la historia se hace tan real,
que parece que cobra vida.

El batallón va a sextear, a desfilar,
es una firma de a la patria honrar,
pues su cumpleaños hay que celebrar
¡Guatemala tú nombre inmortal!

Al sonar de la corneta el comandante,
ordena cambiar el fusil de posicion,
y con una sincronía de fantasía,
sigue la orden el batallón.

Los Hallistas marchan orgullosos,
por la sexta  llevando en sus hombros,
el legado que otras generaciones,
les han confiado.

Porque desfilar es una forma exterior
de manifestar el amor que a la patria,
el hallista le suele profesar.
Oxwell L'Bu copyright 2014
Fotografía: Coronel Pedro Silva C.

jueves, 12 de septiembre de 2019

“La banda de guerra”

“La banda de Guerra”
Cantamos mientras marchamos, con gallardía y marcialidad, pues a decir verdad, no hay como la música, para levantar la moral...

En el instituto Adolfo V. Hall, ser fucilero  era el sueño del batallón entero, principalmente para los reclutas de nuevo ingreso. El pertenecer a uno de los pelotones de una de las cuatro compañías era un honor por el que había que sudar y ganarlo.

Pero habían algunos que optaban, por la banda de guerra, ya fuera por su inclinación musical o porque se les facilitaba. Más lo cierto, era que pertenecer a la banda de guerra, era sinónimo de ser araña y esto era algo con lo que tenían que bregar, sus integrantes.

Fuera de eso, la banda de guerra siempre se lucia, frente al Palacio Nacional y en la sexta avenida, cuando se empezaban a escuchar, las primeras notas del himno del Hall:

Con lealtad oh patria os saludamos,
con el símbolo blanco y azul,
demostramos que siempre te amamos,
defendiendo tu cielo azul...

Oxwell L’bu copyrights 2019

martes, 10 de septiembre de 2019

“Ese distintivo que portamos en el pecho”

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El distintivo que portamos en el pecho"

Ese distintivo que portamos en el pecho, era más que una insignea de nuestra promoción, era  motivo de orgullo de pertenecer al batallón, de los hijos predilectos del honor y la ciencia.

En 1980 la promoción 26 de caballeros alumnos del instituto Adolfo V. Hall Central recién hacia su ingre, la promoción 22 era la promoción al mando y la 25 eran los neutros del batallón. Esa año el instituto cumpliría sus bodas de plata, por lo que se decidió el crear un distintivo para cada promoción.

Cada oficial instructor convocó a un concurso entre los integrantes de cada promoción, para que se presentarán diseños, a fin de escoger el más apropiado. Los caballeros alumnos , entuciasmados, presentaron sus diseños. En el caso de la promoción 25 fue escogido el diseño en conjunto de Giron zamora Walter y De León Recinos y el de la promoción 26 por el hermano de este último.

Una vez escogidos, estos se mandaron a hacer y en vísperas de la celebración del día del ejército,  cada caballero alumno portaba en el pecho del lado izquierdo del uniforme la insignia de su promoción.El mismo también se empezó a utilizar en el uniformados de gala.

El emblema del distintivo de la promoción 25 , mostraba estos elementos: como fondo los colores de la bandera, al centro el escudo del instituto, destacando un ros al centro, símbolo inequívoco de los caballeros alumnos, en la parte superior en letras y números romanos Promoción XXV y abajo las iniciales I.A.V.H.C., cabe mensionarlo que la leyenda  "promoción bodas de plata"fue excluida del diseño original.

Esta costumbre a ido pasando de promoción en promoción, hoy los distintivos son más que artículos de colección, porque evocan no solo la pertenencia a una promoción sino a ese inmenso batallón de los hallistas de todos los tiempos.
Oxwell L’bu Copyright © 2017

domingo, 1 de septiembre de 2019

Caminar junto a ella es...

Se quedó dormido y un ángel, besó su frente, luego le susurró al oído, versos con los que le acarició el corazón...Cerró los ojos y abrió su corazón y al hacerlo la vida le reveló, una realidad que desconocía.

Mientras él, acariciaba sus ilusiones en la almohada, el amor en forma de Ada le señalaba otro camino, un camino nunca antes recorrido, donde ni la distancia, ni el tiempo eran verdugos, sino cómplices de una historia, escrita con momentos que tienen el brillo de las estrellas.

El ángel al contemplarlo, tan feliz en su sueño, quiso hacerse parte del sueño y más aún ser ese sueño, por el que perdiera el sueño y entonces ser ese motivo de sus noches de insomnio.

Antes de despertar, el ángel besó su boca y quemó sus labios con esos versos, que quedaron marcados en su corazón.
Oxwell L’bu copyrights 2019

Antes de portarlo...

Antes de portar el uniforme...
El cadete, como el oro pasa por el fuego, para ser probado y purificado, así el que aspira a ser cadete, es tentado en su vocación, es probado en su intención, porque solo los que llevan, ese ideal en su corazón, deberían de portar ese uniforme, no solo en forma gallarda sino sobre todo con honor.

De forma que se noten, los valores aprendidos, que se vean las cicatrices de los errores corregidos, porque antes de ponerse el uniforme, el cadete debe de meditar, si al portarlo lo va ha honrar a fin de mantener esas tradiciones que le han legado los cadetes de antaño.

Porque si antes de portarlo, hay que sudarlo, cuanto más honrarlo al portarlo y aún después de guardarlo...
Oxwell L’bu copyrights 2019