domingo, 23 de mayo de 2021

Una propuesta...

“Una propuesta para los caballeros alumnos de todos los tiempos”
Con todo el respeto, que me merecen, todos aquellos con quienes, hemos compartido esa significativa experiencia o más bien esa odisea hallista, quisiera proponerles, la creación, de un reconocimiento, para todos aquellos que un día formaron filas dentro del batallón de caballeros alumnos.

Se llamaría, Orden Sargento primero Adolfo V. Hall, bajo los lineamientos siguientes:  sería única, es decir, que no otorgaría más de una cada año, sería exclusiva para caballeros alumnos con número de antigüedad , su otorgamiento sería por el sentido de servicio impreso al ejercicio de la profesión o actividad que se realice y no por el mero éxito personal del candidato. Dicho servicio debería de beneficiar a la comunidad así como enaltecer, el nombre del instituto.

Claro abría que afinar varios aspectos, como quienes serían los encargados de la selección, entre otros aspectos y la misma se conferiría cada primero de marzo, día del caballero alumno.

Espero dicha idea, sea acogida con entusiasmo y se lleve a cabo, quedó en espera de sugerencias.
Hallista por siempre.
#Institutoadolfovhall


 

domingo, 16 de mayo de 2021

“San Perolo San Perolito”


“El mito de San Perolo San Perolito”

( La leyenda del santo de los nuevos)

Cuenta la leyenda, que por aquellos años, cuando la tradición hallista nacía, los antiguos de antaño, dieron por encomendar a los reclutas de primer año, a un ser inerte, que se derretía del sudor, pero lo hacía sin ningún estupor, al cual nombraron San Perolo San Perolito.


Ser nuevo, implicaba andar siempre con la camisa sudada y siempre, siempre andar rebotando, pidiéndole al santo de su devoción, un descanso, estar en clases y que nunca hubiera un periodo libre y que por fin llegara la noche, para descansar, sin ningún reproche. Se dice que por las noches los nuevos, internos o no, solían soñar que estaban en pleno chispe y despertaban sudando, deseando que la noche se hiciera eterna. 


Era en esas noches, que  aquel  místico personaje, producto de la mitología hallista, se les aparecía en sueños y no pocas veces en pleno chispe, al punto que lo veían derretirse durante los llamados baños turcos.


Así fue que como por inversión o quien sabe por revelación surgió aquel personaje, tan querido por los nuevos, tan recordado por los antiguos, que de generación en generación, todos más de una vez, recitaron aquella, inolvidable oración:


San Perolo San Perolito,

San Perolo San Perolon,

de mis antiguos líbrame,

de mis cabos sálvame

y del sargento escóndeme.


Porque soy un nuevo,

bípedo y abusivo,

que no tiene derecho

al aire que respiro,

pero por favor te pido,

que me des un respiro.


Oxwell L’bu copyrights 2021

#Hallistas

#SanPeroloSanPerolito


 

lunes, 10 de mayo de 2021

***La madre de un militar***

***A la madre de un militar***
La madre de un militar, 
aprende a convivir con
esa angustia recurrente;
cuando su hijo está en el frente
y ella sin recibir novedad,
con la esperanza de verlo regresar.

Pues así es la vida de una madre,
cuyo hijo es militar;
desde muy joven el muchacho
salió de su hogar y su casa 
se volvió el cuartel y entre filas
encontró amigos, encontró hermanos.

Ella se siente orgullosa al verlo desfilar,
al darse cuenta que a cambiado su postura
y ahora guarda la cordura y un respeto,
supremo a sus progenitores,
su honor junto a él va creciendo
y a ella le crece en el pecho,
esa satisfacción de haber dado 
a un buen hijo, a un buen ciudadano 
a su nación.

Lo ve conquistar sus temores,
lo que traspasar sus propios límites,
porque ahora es un guerrero,
pero también un caballero.

Pero la vida de un militar exige sacrificio,
es un camino minado con renuncias;
ella lo ve avanzar determinado
y aunque ahora no puede acompañarlo,
ella no deja de esperarlo.

Porque de alguna forma, sus batallas
son sus batallas, sus victoria,
también son suyas y si vienen derrotas
allí está ella para animarlo.

Pero si en su caminar, la muerte lo 
llega a alcanzar, ella también estará allí,
con el espíritu firme y la convicción,
de que si, su vida ofrendó, lo hizo en el
cumplimento del deber.

Si, es verdad, que una bandera no sustituye
una vida, pero cada vez que la vea ondear
libremente, recordará que sangre de su sangre
fue derramada, para que abonara, esta tierra amada.
Oxwell L’bu copyrights 2021
Foto: Prensa Libre
#Madredeunmilitar