Hemos sido herederos del legado del Honor y la Ciencia, que ha trascendido a cada promoción que ha puesto alma y corazón por mantener en alto el estandarte, cuando cantamos “Yo mi vida quisiera ofrendarte Instituto de Adolfo V. Hall”…
“Jorge López Jiménez”
Mantener siempre la moral y con estoicismo enfrentar los retos, porque estos te hacen crecer...
López Jiménez, un Hallista de moral inquebrantable, que siempre supo sobreponerse a los retos que se le presentaron. Siempre sonriente, con el pecho latente.
Jorge es de los que siempre sabe encontrar el camino, para cumplir su destino... Amigo leal, de espíritu alegre, en su tiempo un excelente patinador, que supo representar al instituto con honor.
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#Hallistasporsiempre
Una filosofía sencilla es su guía, la amistad es una dádiva para la eternidad, en este hombre que siempre muestra solidaridad.
Martínez Lucero, se agregó a la promoción con un mismo corazón y entre filas supo hacerse de un lugar que con tesón supo conquistar; íntegro el equipo de atletismo, aquel que alguna vez le dio al instituto glorias a nivel centroamericano.
Abadogado de profesión, que no ha perdido esa vocación que del Hall a heredado y sobre todo la sencillez que siempre lo ha caracterizado.
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#Hallistaporsiempre
La perseverancia y constancia, son parte de la disciplina, sin la cual muy poco en la vida se puede
Sotoj Aguilar, un Hallista de esos compenetrados, que cumplían las órdenes al pie de la letra. Inteligente y persistente, siempre mantenía latente ese orgullo sano que manifestaba por su padre, el cual era especialista en las filas del Hall, conducía uno de los buses que transportaba por la ciudad a los caballeros alumnos. Don Sotoj se sentía orgulloso de su hijo, como su hijo de su padre.
De cadete fue corneta, el primero en despertar y dar el llamado a las actividades del día. Hoy por infortunios de la vida, el promo se encuentra una una difícil cituacion, en medio de la cual, ese promoción con un mismo corazón, respaldara y apoyará como siempre lo hicimos cuando éramos niños entre filas.
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#Hallistaporsiempre
La empatía es fuente de alegría, en los momentos de dificultad, cuando se precisa de la amistad...
Pinto Álvarez, es parte de esta promoción, donde la unión, es un sendero de comunión, entre esos niños que entre filas se hicieron hombres.
De Hugo su empatía y compañerismo, han sido su distinción en la vida, un hombre de trabajo, que sabe mantener la amistad más allá del tiempo y la distancia.
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#hallistaporsiempre
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“Juan José Robles Ordóñez”
La elocuencia del silencio, se deja escuchar, cuando las palabras dejan de redundar...
Robles Ordóñez, un Hallista integrante de esa promoción, donde cada uno tiene un lugar, que nadie más puede ocupar, porque cada integrante es único y con su presencia enriquece ese crisol de voluntades.
Robles Ordóñez es de esos seres humanos, que saben regalar el presente más valioso que se pude dar la presencia y su capacidad de escuchar sin juzgar.
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#Hallistaporsiempre
“El metrónomo”
(De chispe, baños turcos y otras cosas)
Quien no lo vivió, no puede hablar; quien no lo experimentó, no puede juzgar, porque es parte de la mística hallista.
Desde el primer día de ingreso, uno se topa con ciertas palabras del argot militar, que uno no entiende, pero en poco tiempo cobran sentido.
El chispe, parece palabra de chiste, pero no lo es, porque aparte de formarnos física y mentalmente, nos enseño a dar esa milla más de la que muchos hablan, pero nunca dan... Y que decir de las baños turcos, de hacer sudar un aula, hasta que se empañen los vidrios y empiece a gotear el techo. O correr con un fusil que casi es de tu tamaño, casi todo el año. Viéndolo desde afuera, alguien podría pensar que es una tortura o una locura, pero no lo es, porque la misma vida nos pone muchas veces al límite y solo quienes han desarrollado esa capacidad de sobre ponerse, logran mantenerse.
Cierto día, llegó un oficial instructor, de esos nítidos e impecable, de los uno admira, pero tienen a los recluta en la mira. Llevo un aparatito curioso, de esos que pocos saben para que son, era un metrónomo. El cual es un instrumento que usan los músicos, este produce pulsos, los cuales los ayuda para tocar en tiempo, el instrumento. Este aparato produce pulsaciones que pueden ser graduadas en cuanto a su velocidad.
El oficial usaba dicho instrumento, para el llamado chispe. Lo ponía frente a él, en un escritorio, hacia que los galonistas también bajarán y a la vez reportarán a quienes perdían el ritmo, de las a tierras o los saltos; si el oficial veía que se estaba cueriando le subía las pulsaciones al mentado instrumento...
Fuimos formados para ser caballeros pero también guerreros, para ser dignos pero también estoicos, porque eso exige muchas veces la vida.
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#Hallistaporsiempre
Tomar la ruta hacia el Hall, es recorrer un camino plagado de historias y memorias de antaño, de una Guatemala, que muchos no conocimos...
Es sumergirse por un momento, en el aposento de sueños realizados e inconclusos, es recorrer los caminos de nuestros abuelos.
La finca nacional la Aurora fue en tiempos del presidente Manuel Lisandro Barrillas, una gran área verde, la cual convirtió en caballerías. En tiempos de José Reina Barrios se pretendió volverla un jardín botánico, pero el proyecto quedó a medias. Por los que el presidente José Orellana lo convierte en un hipódromo. Años después el presidente Lázaro Chacón inicia los trabajos para convertirla en un inmenso parque, el cual concluye el general Jorge Ubicó y es allí donde se celebraba la feria de noviembre, según cuentan los abuelos era un lugar glamoroso y lleno de belleza.
Ya fuera en bus o a pie, ese camino, hace hincapié a la llamada Tacita de plata, como alguna vez se le llamó a la capital. Basta con recorrerlo para notarlo, al entrar se encuentra con el monumento a Tecun Uman el cual custodia el parque zoológico la Aurora, luego se encuentra el monumental museo Nacional de Antropología e historia y despues el museo de historia natural y fauna. Para luego encontrarse con ese primer puente peatonal, el cual los hallistas daban en llamar el puente del triunfo, debido que llegar allí era un triunfo luego de las llamadas vueltas al tigre( recorrido por el perímetro del aereopuerto) ya fuera en maniobras de orden cerrado o corriendo.
Si ese puente pudiera hablar cuantas historias podría contar pues ha sido fiel testigo, de sueños y anhelos de muchas promociones, pues en este lugar cada quien escribió una parte de su historia.
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#hallistaporsiempre
Hay amigos que dejan huellas, que con el tiempo parecen calcinarse, para eternizarse...
A Walter, le conocí desde esos días en la escuelita, en que me hablaba de sus sueños. Arrastrando la cobija de la niñez, ingresamos al Hall y nos integramos a la promoción bodas de plata la 25, por suerte nos toco en la misma sección, formábamos en el mismo pelotón y nos transportábamos en el mismo bus. Siempre fue estoico y con una alta moral, un Hallista de esos que siempre están en la lista de los que dan un paso al frente.
Ingreso a la Escuela politécnica y años después se graduó de oficial, recuerdo su alegría al ver coronada su meta. Pero a los pocos meses falleció en un accidente cuando venía de franco a la capital.
Su vida fue corta, pero cada momento lo vivo con intensidad, siempre dio lo mejor de sí y darse por vencido nunca fue su opción, esa era la naturaleza de su corazón.
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#Hallistaporsiempre
Hay cosas que ni las olas del tiempo consiguen borrar en nuestras vidas, porque han dejado huellas profundas, como la amistad.
A Figueroa Cisneros, lo conocí entre filas, cuando aún éramos niños y pertenecimos a aquella promoción con un mismo corazón. No nos hicimos amigos de inmediato, pero enfrentar los mismos retos, mostrarnos estoicos, cuando lo más fácil eran rendirnos, nos hermano y una amistad entre nosotros forjó. Una amistad que hasta nuestros días, pese al tiempo y la distancia, sigue perenne.
Antes frecuentaba su casa, que de alguna forma su familia, me hacía sentir que era la mía, hoy es de vez en vez, porque eso de la distancia, pero cuando nos reencontramos es una fiesta.
Fuimos hallistas y hombro a hombro enfrentamos los retos. Nunca he olvidado, ese día en la clase de karate, que en el combate, tu mano se dislocó y tu dedo pulgar se fracturó, te acompañe al hospital y ese detalles sello la amistad.
Fuimos universitarios, de esos idealistas, sin dejar de ser hallistas y hoy que ya peinamos canas, esa amistad sigue presente.
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#hallistasporsiempre
“José Luis Alvizures García”
Un hombre de fe, avanza cuando otros retroceden, cree y se sostiene en su fe, aunque se quede solo...
Alvizures García, un Hallista de esos que la elocuencia de sus acciones, no necesita palabras. Lo vi sobre ponerse a muchos retos, pertenecimos a la misma promoción, viajábamos en el mismo bus y esperábamos este, en la misma parada.
Fue instructor en la alma mater que lo formó, de los karatecas de la promo, de esos que tiene cortesía y aplomo. Que bendición he tenido de conocer y compartir, con un tipo como el y muchos más de que me brindara su amistad.
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#Hallistaporsiempre
