sábado, 21 de agosto de 2021

“Armando Orantes López”


 “Armando Orantes López”

(De sargento a capitán)

No, en el Hall no se van dejando, asignaturas pendientes y todos los cursos tienen el mismo peso, no hay curso fácil, pues se puede repetir el año por un solo curso o causar baja, pues hay que cumplir con el pensum a cabalidad.


Armando Orantes López, integró la VI promoción del instituto Adolfo V. Hall central y llegó a ser sargento y según cuentan sus contemporáneos, siempre integró la banda de guerra, por su pasión por la música. Se graduó y años después de nuevo, se integró a las filas del instituto, esta vez como capitán asimilado, impartiendo la clase de formación musical.


El Capitan Orantes se presentaba a impartir clases, de forma impecable, su bata limpia y bien planchada, sus zapatos relucientes y ese toque marcial para dirigirse a los caballeros alumnos.


El curso de formación musical, no era para nada un curso fácil, uno se tenía que aplicar si lo quería aprobar. Pues los exámenes consistían en una parte teórica y la otra de conocimiento musical.


Cada año lectivo, se grababa un casete de una hora, con música clásica de los grandes autores y había que escucharla y prácticamente memorizarla, pues en el examen, al azar, se solía tocar un par de dichas melodías y se tenían que identificar, así como  poder describir el tipo de obra, el nombre del autor y la obra, con una breve descripción de la misma.


Han pasado los años, desde aquellas clases magistrales de formación musical, pero cuando he podido ir a un concierto o suena en algún lugar, alguna de aquellas obras, con facilidad la he podido identificar y no ha faltado quien, se impresione por dicho conocimiento y es verdad no somos expertos en música clásica, pero aquellas clases, le dieron  un verdadero empuje a nuestra cultura general.

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En la foto: de pie Cap. Orantes y sentado Cap. Iriarte

#Institutoadolfovhall

#formacionmusical

viernes, 20 de agosto de 2021

Solo para conocedores...


 Solo para conocedores...

-Si, nosotros teníamos tarea académicas 

con las que debíamos de cumplir.


-Si, teníamos responsabilidades en casa.


-Si, teníamos asignaturas que aprobar e igual que cualquier adolescente o joven, teníamos amigos con los queríamos pasar tiempo y/o alguna novia con la que queríamos compartir.


Pero al día,le sacábamos fibra, pues la pulcritud, también puede ser una virtud, que pone de manifiesto lo que se lleva por dentro. Pues esas botas que usábamos, lucían por lo bien lústralas, el uniforme siempre impecable y la hebilla y las insignias portadas dignamente, pulidas y brillosas.


Porque no era solo cuestión de apariencia, sino de una mística y una disciplina que se nota, hasta cuando se camina. Por eso esas artículos eran inflatables, la pasta para lustrar, el Sidol o el Brazo para pulir y los trapos que nunca estaban demás.

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#Nitides


domingo, 15 de agosto de 2021

“De luchador a catedrático”



 “El Fantasma: De luchador a catedrático”

En 1942 se inician los primeros encuentros en Guatemala, del llamado deporte espectáculo, la lucha libre, durante el gobierno de Jorge Ubicó, ya que esté era aficionado a este tipo de espectáculos y se organizaban, para celebrar su cumpleaños.


Ya en los años cincuentas, la lucha libre se enraíza en el gusto de los guatemaltecos, utilizando algunas salas de cine para su presentación, hasta que encuentra su cede en el gimnasio Teodoro Palacios Flores, es en estos años que El Fantasma, Ramiro Iriarte Echeverria,empieza a brillar dentro de la lucha nacional, junto a otras leyendas de la lucha de esa época, como Bobby  Rodenas, El gato, Hugo Cisneros El maldito, Aristides Pérez, Pluma Negra entre otros.


Como era de esperarse, el deporte espectáculo empezó a crecer, no solo en espectadores, sino también en cuanto a participantes. Gracias al decidido apoyo brindado por el periódico El graficó y la transmisión de las luchas, primero por radio y luego por la televisión nacional. Para inicios de los años setentas, ya dichos luchadores, eran ya consagrados en las arenas guatemaltecas y había un grupo de jóvenes, deseoso de integrarse, pero encontraron cierto grado de oposición, de parte de los veteranos. Pero fue precisamente El Fantasma Ramiro Iriarte Echeverria quien abre las puertas para esta nueva generación, como lo atestigua la publicación de Prensa Libre del 14 de mayo de 2017 titulada El tercer round, donde el Fantasma textualmente, manifiesta: “Entre la patojada están las futuras estrella, por lo que no podemos sacarlos del ambiente.” Abriendo de esta forma la puerta a grandes luchadores como Rayo Chapin, José Azzari, el Arriero de San Juan, Pluma Negra entre otros y  a quien le daba voz y emoción con sus narraciones Enrique Bremermann.


El Fantasma, usaba máscara durante sus presentaciones, hasta que en un duelo la pierde, quedando al descubierto su identidad, tiempo después se retira de la lucha profesional guatemalteca.


Ramiro Iriarte Echeverria, deja de ser el fantasma y se convierte en El Capitan Iriarte en las aulas del instituto Adolfo V. Hall central y allí imparte cursos de Estudios Sociales, con su particular estilo e inicia, otra lucha, la de inculcar el deporte competitivo en los caballeros alumnos, es por eso que organiza, año con año los llamados Juegos deportivos Inter promociones, que luego pasa a ser Inter halles, entre los institutos Adolf V. Hall del país, siendo los primeros en celebrarse dentro de esta modalidad, los que sirvieron como marco de la celebración de las bodas de plata del instituto. En los cuales se ponía garra en la competencia pero también se exigía el juego limpio y la caballerosidad.


Por lo que podemos decir que el Fantasma, El Capitan Iriarte, a dejado un legado de puertas abierta, para el deporte nacional.

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#Elfantasma

#Luchalibre