“El puente del triunfo”
Aquel puente peatonal, se erguía como atalaya, frente al instituto y era seña inequívoca del recinto, de los hijos del honor y la ciencia .
El puente peatonal frente a las instalaciones, del instituto Adolfo V. Hall central tiene su historia y evoca muchas memorias en los hallista y no digamos en los abuelos.
Su historia se remonta a los años, en que dicho lugar era una inmensa finca, llamada la Aurora,la cual pertenecía al presidente Manuel Lisardo Barillas, años después le fue expropiada, por otro presidente José Maria Reina Barrios, quien tenía la aspiración de hacerla un jardín botánico, proyecto que no floreció. Para celebrar el primer centenario de la independencia, el general José Maria Reina Barrios construye, el hipódromo del sur. Pero fue el presidente Lazaro Chacón quien inicia los trabajos formales de construcción, pero estos fueron terminados por el general Jorge Ubicó.
Según contaban los abuelos, fue Ubicó como lo llamaban, quien tras conocer Francia que decide hacer una remodelación y embellecimiento de la ciudad. Los abuelos contaban que ir a las fiestas de noviembre era un lujo, por la belleza de las instalaciones, el orden y la seguridad. Los puentes peatonales cuentan que eran 6 de los cuales, sólo tres se mantiene en pie. Dichos puentes se dice que contaban con bellas decoraciones y detalles, tenían esperas tipo mosaico de vidrio que al iluminarlas al anochecer, realzaban su belleza.
Para los hallistas, uno de los puentes que aún se mantiene, es todo un símbolo de triunfo, déjenme contarles el porqué. Al terminar los periodos de clases académicas los hallistas suelen ir a correr en traje de deportes, la llamada vuelta al Tigre, que es prácticamente correr por el perímetro del aereopuerto y luego regresar. Allí se miraba corriendo a los hallistas, con paso acompasado y cantando, recorriendo al paso ligero el aereopuerto, en las primeras horas de la tarde, cuando el sol calcina la piel. Con la moral en alto manteníando el paso y cuando venían de regreso, ver aquel puente era un alivio y se transformaba en el puente del triunfo, pues pasar corriendo bajo el era como cruzar la meta.
Por otro parte, durante las prácticas previas al 15 de septiembre, marchar bajo aquel puente era como un símbolo de victoria y esto está inscrito en la memoria, de los hallistas de todos los tiempos.
Para la celebración del aniversario del instituto, el primero de marzo, el puente adquiere más protagonismo, pues era limpiado y pintado y desde allí algunos padres e invitados, observaban las maniobras de orden cerrado.
Ojalá ese puente, como los que aún persisten el desgaste del tiempo, volvieran a recuperar la belleza de la cual contaban los abuelos y los hallistas de todos los tiempos siguieran conservando dicho puente que para más de una promoción, fue “El puente del triunfo”.
Oxwell L’bu copyrights 2019
#hallistas #Institutoadolfovhall
Aquel puente peatonal, se erguía como atalaya, frente al instituto y era seña inequívoca del recinto, de los hijos del honor y la ciencia .
El puente peatonal frente a las instalaciones, del instituto Adolfo V. Hall central tiene su historia y evoca muchas memorias en los hallista y no digamos en los abuelos.
Su historia se remonta a los años, en que dicho lugar era una inmensa finca, llamada la Aurora,la cual pertenecía al presidente Manuel Lisardo Barillas, años después le fue expropiada, por otro presidente José Maria Reina Barrios, quien tenía la aspiración de hacerla un jardín botánico, proyecto que no floreció. Para celebrar el primer centenario de la independencia, el general José Maria Reina Barrios construye, el hipódromo del sur. Pero fue el presidente Lazaro Chacón quien inicia los trabajos formales de construcción, pero estos fueron terminados por el general Jorge Ubicó.
Según contaban los abuelos, fue Ubicó como lo llamaban, quien tras conocer Francia que decide hacer una remodelación y embellecimiento de la ciudad. Los abuelos contaban que ir a las fiestas de noviembre era un lujo, por la belleza de las instalaciones, el orden y la seguridad. Los puentes peatonales cuentan que eran 6 de los cuales, sólo tres se mantiene en pie. Dichos puentes se dice que contaban con bellas decoraciones y detalles, tenían esperas tipo mosaico de vidrio que al iluminarlas al anochecer, realzaban su belleza.
Para los hallistas, uno de los puentes que aún se mantiene, es todo un símbolo de triunfo, déjenme contarles el porqué. Al terminar los periodos de clases académicas los hallistas suelen ir a correr en traje de deportes, la llamada vuelta al Tigre, que es prácticamente correr por el perímetro del aereopuerto y luego regresar. Allí se miraba corriendo a los hallistas, con paso acompasado y cantando, recorriendo al paso ligero el aereopuerto, en las primeras horas de la tarde, cuando el sol calcina la piel. Con la moral en alto manteníando el paso y cuando venían de regreso, ver aquel puente era un alivio y se transformaba en el puente del triunfo, pues pasar corriendo bajo el era como cruzar la meta.
Por otro parte, durante las prácticas previas al 15 de septiembre, marchar bajo aquel puente era como un símbolo de victoria y esto está inscrito en la memoria, de los hallistas de todos los tiempos.
Para la celebración del aniversario del instituto, el primero de marzo, el puente adquiere más protagonismo, pues era limpiado y pintado y desde allí algunos padres e invitados, observaban las maniobras de orden cerrado.
Ojalá ese puente, como los que aún persisten el desgaste del tiempo, volvieran a recuperar la belleza de la cual contaban los abuelos y los hallistas de todos los tiempos siguieran conservando dicho puente que para más de una promoción, fue “El puente del triunfo”.
Oxwell L’bu copyrights 2019
#hallistas #Institutoadolfovhall
No hay comentarios:
Publicar un comentario