viernes, 29 de agosto de 2025

104 de caballeros cadetes II

 “104 de caballeros cadetes II”

(Un crisol de voluntades)

Ser cadete es un camino de renuncias y de retos, que a veces sobre pasa la propia voluntad, pero aquella promoción era en verdad ese crisol de voluntades, unidos por un mismo corazón…

Como todo aspirante a C. C. los primeros meses, sin ver a la familia, a veces sintiéndose ausente de donde se está presente; la limitación del tiempo de sueño, las exigencias físicas y mentales era para diezmar a aquella compañía y sin embargo se mantuvo unida, compacta, pues más allá de la amistad surgió una hermandad entre filas.

El director por aquellos años era el Coronel de infantería Álvaro Barahona Escobar, todo un caballero y correcto en su forma de actuar, además del mayor Trejo habían dado la orden de que los cadetes más antiguos no podían “sacarle fibra con los uniformes a los nuevos” eso sumado a que portaron el uniforme de gala sin sudarlo atrajo hacia esta promoción recelo y molestia en los cadetes más antiguos.

Esta promoción por otra parte fue atípica, pues el alto mando del ejército decidió darles una oportunidad a quienes habiendo sido cadetes en el pasado  habían causado baja, al permitirle reingresar  y así ingresaron con esta promoción ex integrantes de las promociones 87, 89, 90, 93, 95, 97 y 102 y se daba el caso que algunos aspirantes fueron de la misma promoción de algunos oficiales instructores. Además ingresaron aspirantes con estudios finalizados de nivel medio y hasta universitarios, por lo cual habían tanto menores de edad, como mayores, cuando la normativa en esos años era que se ingresaba después de aprobar el 3ero básico, por lo que las edades típicas de los cadetes de primer ingreso fluctuaban entre 15 y 17 años.

Toda esa amalgama de cosas sin embargo, unificó a aquella promoción que supo mantenerse compacta a travez de los años de estudio.

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“104 de caballeros cadetes”

“104 de caballeros cadetes”

Cuando la tierra de lluvia se humedece y todo florece, un crisol de voluntades, se vio en el horizonte, donde ondea un bello estandarte entre mallas de tul, que los herederos de Marte, mantiene inmaculada y azul…

Fue un mes de julio de 1982, cuando una de las promociones más numerosa de aquel entonces, ingresó a la gloriosa escuela Politécnica de Guatemala,  formando la tercera compañía de caballeros cadetes, para lo cual se agregó un quinto pelotón en donde funcionaba la lavandería y almacén de uniformes, pues típicamente cada compañía estaba compuesta por 4 pelotones.

Desde su primer día de ingreso, dicha promoción fue recibida de manera muy particular, les fueron entregados uniformes y botas de fabricación americana(los cuales eran muy cotizados  por los cadetes más antiguos y oficiales) algunos incluso se les dotó con botas de las llamadas  pantaneras, todo lo cual despertó el receló de los cadetes más antiguos. Dichos uniformes eran de medidas grandes por lo cual los aspirantes a C.C se las tuvieron que ingeniar. 

Luego por órdenes superiores, dicha promoción porto el uniforme de gala antes que el bonete(despertando la molestia de los más antiguos cuando se enteraron) y les fueron tomadas fotografías  que fueron enviadas al extranjero. Por lo numerosa que era esta promoción, cuando llego el batallón de CC se tuvo que ampliar también el comedor. 

Y no fueron solo estas las particularidades, que se suscitaron con dicha promoción, pues a lo largo de su historia, dentro de las instalaciones de la escuela politécnica, se dieron diferentes situaciones.

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lunes, 18 de agosto de 2025

“La foro que falta en el carnet”

“La foto que falta en el carnet” Es verdad que cuando ella me veía llegar uniformado, un brillo se prendía en su mirar. Le gustaba ponerse la placa de sangre y de haber existido los celulares, se hubiera tomado muchas Selfies. Es verdad, siempre me pedía una fotografía, pero yo no tenía, así fue que un día, tomo mi carnet de estudiante, de la billetera. Y sin que yo lo notara, saco la foto de allí y yo ni cuenta me dí por estarla mirando; hasta el día en que el arresto gané, cuando el cabo encargado me reportó. A ella no le importo que la foto llevara, las marcas de los sellos, total era una fotografía la que quería. Yo traté de recobrar la fotografía, mis ahorros hipoteque, para tomarme unas fotos de estudio. Y si que tomo una de ellas, más nunca me devolvió la fotografía del carnet. Han pasado los años y aún conservo el carnet, la foto yo no sé si aún la conserva o se habrá extraviado… Oxwell L’bu copyrights 2025 #hallistas #oxwell